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Una figura maltratada por la simplicidad de su época

La Lloca del Rinconín

// En honor a las madres que sufrieron por la migración al vernir a Asturias. //

¿Cómo lo puede vivir uno que no nació aquí?

Una de las cosas que viví a la hora de mudarme y cambiar tanto de ciudad como de comunidad autónoma, es el hecho de haber tenido que vivir en una ciudad donde el transporte es algo muy inferior a lo que uno está acostumbrado en las grandes ciudades como la de Madrid. Cuando empecé a pasar mis días en Gijón, una de las cosas en las que me fijé es en los distintos monumentos que tiene esta ciudad, y el que tenía más cerca era el de la Lloca del Rinconín, una estatua que representa una mujer agotada mentalmente, desamparada y solitaria, que mira al mar constantemente con la intención de que algún día pudiera ver el barco donde su descendencia, que una vez partió a las aguas, regresase sano y salvo.

¿Comenzamos con su historia?

Una figura que a lo largo de los años ha logrado captar mi interés, no sólo por la historia en sí, sino porque además la forma en la que fue creada, haciendo referencia a la forma física, a la figura en sí, no puede otra cosa sino transferir un sentimiento tenebroso, una emoción vacía y fría. Cada vez que pasaba por ahí, que era prácticamente cada día, tenía que ver esa figura y no dejaba de pensar sobre su historia, lo que en cierto modo consiguió que afianzara el amor que siento por mis propios familiares y amigos, ya que me hizo agradecer el hecho de que ellos estuvieran ahí para mí, a diferencia de lo que le pasó a esa madre representada en forma de estatua, que perdió lo que más quería y amaba.

Este monumento surge en 1958, cuando se le propone al alcalde de ese momento, el señor Cecilio Olivier Sobera, la creación de un monumento que fuera en honor de todas las madres emigrantes que había en aquel entonces, siendo algo que atrajo mucho a las personas de la época pero que aún no se podía llevar a cabo porque se requería de un concurso para elegir y donde la ganadora tendría la oportunidad de poder posar como modelo para la figura monumental. En 1964, al final, se consigue crear el jurado de dicho concurso, y a través de una revista llamada «Mundo Asturiano», se da a conocer la existencia de dicho evento al mundo, dando sólo dos meses para la inscripción de este (marzo es cuando se publica el evento y mayo cuando se da cierre del mismo).

Con todo esto, el proceso se iba a llevar a cabo, pero hubo una serie de problemas a la hora de intentar hacerlo, y es que ni se sabía el lugar exacto donde se iba a llegar a colocar el monumento (en un inicio se había pensado en el Musel pero no se decidió definitivamente), ni se sabía como llevarlo a cabo pues la financiación también era un problema a tener en cuenta y aún no tenían la necesaria. Si juntamos todo esto más la pésima forma de llevar a cabo las bases del concurso, todo lo que se había logrado se detuvo, y hubo un parón de unos pocos años.

En 1967 se vuelve a retomar el tema y el nuevo encargado de la obra es Ramón Muriedas Mazorra, al que se le asigna como lugar para construir y alzar el monumento la zona del Cerro de Santa Catalina, otro lugar que a día de hoy es emblemático de Gijón por otro monumento del que se hablará en otro artículo. Una vez empezado el proyecto, el cuál se tenía la imagen de crear una mujer con vestido clásico de la Asturias de aquella época, con su falda larga, un pañuelo, su toquiña y unas madreñas (calzado de madera típico de la zona norte de España), se le sumó otros dos arquitectos, Fernando Castevany y Enrique Álvarez-Sala Morís, pero los asturianos se quejaron por la creación, debido a que lo veían como algo «demasiado moderno para el momento en el que vivían», volviendo a retrasarse todo.

Ya definitivamente, en 1969, el Ayuntamiento de Gijón decide pagar con sus propios fondos el proyecto, para así poder finalizarlo de una vez por todas, siendo el 2 de Septiembre cuando se aprueba el presupuesto, y al final, en vez de en el Cerro de Santa Catalina, se cambia el lugar a donde se encuentra la maravillosa figura a día de hoy, al lado del parque del Rinconín, zona completamente opuesta geográficamente a donde se suponía que se iba a colocar años atrás. El monumento se inaugura definitivamente, después de más de 10 años desde su propuesta inicial para su desarrollo, el 18 de Septiembre de 1970, donde se le coloca un pequeño pedestal en el que se puede leer lo siguiente «A las madres nuestras migrantes que con sus vidas son surco profundo de nuestra España, Gijón, Asturias 1970».

Al final en aquella época no acabó por gustar la obra, y sobre todo gracias a periódicos como La Nueva España, debido a que lo trataban como un horror demasiado moderno que no representaba con suficiente dignidad a las madres migrantes de América que sufrieron lo indecible y por los que se suponía que inicialmente iba a ser construido este monumento, teniendo al final motes que usaron los ciudadanos como burla, siendo una de estos el como se le conocería años más adelante oficialmente, La Lloca del Rinconín.

Con el pasar de los años, la figura sufrió bastante de muchos modos distintos, y esto no sólo por la crítica del momento, sino también por acciones que de una manera u otra, dañaron su estado también físicamente. El hecho de encontrarse en una zona alejada de Gijón, al pie del mar, donde la marea y el viento azotan constantemente y la propia sal degrada todo lo que encuentra, se hizo que perdiera calidad. A todo eso, hay que sumar una bomba que dañó la parte inferior de la figura, lo que hizo que se quedara inclinada, y cómo a nadie la gustaba la dejaron así hasta que en 1995, se consiguió reparar, cambiando su pedestal y su placa, limpiando el óxido y colocándose en una plaza de aquella zona, pero un poco más elevada; y aunque con el pasar del tiempo se ha tenido que seguir reparando, ya no se ve de la misma manera negativa que cuando se inauguró en aquella época de 1970.

¿Qué os ha parecido?

Esta figura tiene bastante historia por detrás, una que sinceramente me alegra bastante contar, ya que de un modo u otro puedo ver similitudes en su creación con cosas que suceden a día de hoy. Es algo interesante, a mi parecer, ¿no creéis?. Es por eso que de verdad deseaba traeros este monumento aquí, pero ahora se vienen la hora del debate. Me gustaría que comentaseis sobre qué opináis de lo que acabáis de leer, qué sentimiento os trae esta figura y qué opináis de ella, ya que creo que es algo que puede servir para aprender un poco más sobre cómo ven la personas la cultura asturiana. ¿Os gusta?, ¿no os gusta?, ¿qué pensáis sobre que esto fuera algo demasiado moderno para aquella época? ¿estáis de acuerdo que fue algo demasiado atrevido?.Muchas gracias por leerme, espero poder hacer lo mismo con vosotros, ¡un saludo!.

ACTUAL LOCALIZACIÓN DE LA OBRA.

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Las 3 playas de Gijón que debes conocer

San Lorenzo, Poniente y el Arbeyal

Un poco de historia antes de empezar.

La ciudad de Gijón, en la comunidad autónoma de Asturias, es una de las ciudades costeras dentro España que mayor número de visitantes ha recibido en relación al año anterior (contando en el 2022), siendo, en puestos, el número 12 de las más visitadas en ese año. Algunos de los motivos por los cuáles es visitada son la gastronomía, su cultura, o, motivo por el cuál existe este artículo, sus playas. A través de la ciudad podemos acceder a varias de estas, unas dentro de Gijón, y otras en las afueras, llegando a través de una serie de «paseos» marítimos los cuales no hablaremos en profundidad en este artículo.

Dentro de la ciudad hay 3 playas, siendo la más conocida San Lorenzo, por ser la más grande y visitada por turistas, la de Poniente, conocida por su puerto deportivo y su gran número de locales, y la del Arbeyal, conocida por su función recreativa y ser la principal de los habitantes más interiores de Gijón. A continuación desarrollaré las 3 con más detalle.

La Playa de San Lorenzo

Empezando por la playa de San Lorenzo, tenemos que esta mide 1550 metros de longitud y de 40 a 100 metros de anchura, siendo esto último variable no sólo por la marea, sino por la zona donde nos encontremos dentro de la playa, debido a que hay ciertas zonas que cuando la marea sube, son completamente engullidas por el agua, acortando la longitud de la playa considerablemente. Una de las cosas que más puede llamar la atención de esta playa, hablando desde la experiencia propia, es la curiosa manera de medir la distancia de la playa a través de una serie de escaleras numeradas, que empiezan desde el número 0, «La Cantábrica», nombre que surgió gracias a la alcaldesa de Gijón, y va hasta la número 15, «El Tostaderu», que se encuentra en la zona occidental, al lado del río Piles. Después hay otras 10 escaleras más, pero ya no cuentan como parte de la playa, debido al río que desemboca en San Lorenzo y las separa. En esta playa es muy común encontrarse a la gran mayoría de visitantes que vienen de fuera, debido a su gran longitud y ser la más «cercana» , pero también es más usada sobre todo por el uso de surfistas, ya que al ser una playa donde varía muchísimo la marea a lo largo del día, el oleaje varía también dependiendo de la zona, por lo que nos podemos encontrar con ciertas zonas «reservadas» en cierta forma para surfistas, aunque eso no significa que no puedan ser usadas por bañistas normales que sólo quieran disfrutar de sus aguas. Aparte del surf también nos encontramos con dos pistas preparadas para voleibol.

La Playa de Poniente

La segunda playa de la que vamos a hablar es la de Poniente, una playa más pequeña que la anterior, de unos 500 metros de longitud más o menos, y que, a diferencia de la de San Lorenzo, no surgió de manera natural, sino que fue creada artificialmente en los inicios de la década de 1990 (1992-1994), gracias al Ayuntamiento de Gijón y financiado por el Gobierno de Asturias. En la parte del puerto deportivo nos podemos encontrar con pequeños negocios de motos acuáticas, hechas expresamente para que cualquiera pueda montarlas, y en esta playa el oleaje se mantiene estable, a diferencia de la playa anteriormente nombrada. La arena usada para crear esta playa es fina y suave, pero dentro del agua nos encontramos con un suelo natural de piedras, que aunque varían en tamaño y dureza según la distancia en la que nos encontremos una vez entramos en el mar, no es tan agradable si lo comparamos con San Lorenzo, aunque, aún así, es una playa bastante buena para ir, sobre todo, de noche, esto recomendado por varios Gijoneses, donde yo me incluyo.

Esto es porque en la de San Lorenzo de noche la marea dificulta el paseo, y también debido a los locales a nivel de playa en la de Poniente, donde si no tocas la arena nada más salir de estos, no tardas ni siquiera 5 minutos en estar pisándola, lo cuál lo hace un plan muy agradable si te gusta pasear acompañado con tu pareja o amigos, ya que te puedes relajar en algunos de los bancos de piedra que hay en la playa o directamente sentarte en la arena o pasear por la orilla, siendo esta la mejor opción para ir sobre todo también si eres joven, ya por esa zona van muchísimos a salir de fiesta durante las noches.

Como último recalcar que afuera de esta playa, en verano, se montan grandes conciertos en dos zonas distintas, siendo la primera en el Ayuntamiento, al lado del puerto deportivo, y otra al final de la playa de Poniente, al lado del acuario, a penas un minuto después de salir de la arena en la zona más alejada.

La Playa del Arbeyal

La tercera playa de la que vamos a hablar, y la última, es la playa del Arbeyal, la cuál es la más alejada de todas las demás, vecina de los barrios del Natahoyo y la Calzada, y la cuál posee una especie de magia distinta a las otras dos. Mientras que por ejemplo la playa de Poniente tiene el puerto deportivo y varios locales nocturnos a pie de playa, o la de San Lorenzo que es la más larga y transitada por el turismo, la del Arbeyal es la más pequeña y tranquila de las 3. En esta playa el oleaje es el segundo menor, debido a su forma de concha, y que solamente le gana en esto la playa de Poniente. En esta playa se hacen a veces pequeños torneos deportivos, se pueden llegar a ver algunos conciertos menores en verano y tiene una zona de deporte para adultos de la tercera edad. El paseo que tiene es por supuesto más pequeño, debido a que es la playa más pequeña de las 3 que existen, teniendo unos 300 metros de longitud, pero aún así es la más ancha de las 3, pudiendo encontrar cuando el tiempo lo permite mucha variedad de personas. En esta nos podemos hallar con un único local de playa, una cafetería, donde poder tomar algo, y se encuentra al lado de un puerto industrial, El Polígono Puerto Musel. Al final, esta playa es ideal para aquellos que no gusten de grandes masas de personas juntas en un mismo lugar, ya que, aunque te la puedas encontrar repleta, no es ni de lejos como las otras dos, que se pueden llenar muy fácil, ya sea durante todo el día o durante la noche.

Libertad para elegir.

Al final, ¿Qué playa debería uno elegir?. Cada una de estas zonas tiene su propia magia personal, la primera es la más transitada por los turistas a nivel general, donde más se cumplen los deportes acuáticos a lo largo del año y donde podemos encontrar más monumentos culturales para visitar una vez sales de la arena; la segunda es la mejor opción para salir de noche si quieres pisar la arena tranquilo o si quieres salir de fiesta con todos tus amigos, y la última es la mejor opción que tiene uno para una tarde tranquila con la menor concentración de personas juntas.

La elección recae sobre los gustos personales que tiene cada uno, asique, ¿qué opináis?. Según lo que habéis leído, ¿Cuál os gustaría visitar en caso de que seáis de fuera?. Y si sois de aquí, ¿Cuál os gusta más de las 3?, ¡Os leo encantado!.

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